La esclerosis múltiple es una de las enfermedades más comunes del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). La EM es una afección inflamatoria desmielinizante. La mielina es una
materia grasa que aísla los nervios, actuando como la cobertura de un cable eléctrico, y permite que transmitan sus impulsos rápidamente.
La velocidad y eficiencia con que se conducen estos impulsos permiten realizar movimientos suaves, rápidos y coordinados con poco esfuerzo consciente. En la esclerosis múltiple, la pérdida de
mielina (desmielinización) va acompañada de un trastorno en la capacidad de los nervios de conducir impulsos eléctricos al y desde el cerebro, y esto produce los diversos síntomas de la EM. Los
puntos donde se pierde mielina (placas o lesiones) aparecen como zonas endurecidas (como una cicatriz).
En la esclerosis múltiple, estas cicatrices aparecen en diferentes momentos y en diferentes zonas del cerebro y de la médula espinal; la expresión esclerosis múltiple se refiere concretamente a
esto, múltiples placas originadas por distintos episodios.
Los síntomas, la severidad y el desarrollo de la esclerosis múltiple pueden variar ampliamente, según el lugar donde se encuentren las placas y la extensión de la desmielinización.